Por: Alfonso Villagrán Contreras
Ante la movilización que realizamos los antorchistas a la Cámara de Diputados, por el recorte al Presupuesto del Egreso Federal 2019, durante y después de dicha manifestación, no se hicieron esperar los ataques en contra de la organización descalificando a nuestros líderes de estar exigiendo moches y de vividores del erario, eso sí, sin presentar prueba o argumento alguno de lo referido en los ataques, utilizando epítetos trillados y arcaicos.
Siendo en su mayoría, dichos ataques, falsos, difamatorios, soeces e incluso haciendo un llamado al linchamiento de los antorchistas; cabe señalar en este sentido ya nuestro dirigente nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, enfatizó con respecto a las declaraciones del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en su gira de agradecimiento nos calificó de organización intermediaria y de forma despectiva nos llamó la “Antorcha mundial”, que estas increpaciones estaban generando un ambiente hostil, agresivo y liquidatorio hacia los antorchistas y sus dirigentes.
Y eso precisamente es lo que vimos en las redes sociales durante la manifestación en San Lázaro, calificativos y mensajes como el de “ratas”, “vividores “, “mandarlos a golpear es lo que deberían de hacer”, “a estas lacras hay que matarlas” y otras lindezas por el estilo; pero además de ello, se utilizaron notas y videos falsos para descalificar la lucha del antorchismo, sumándose a esta campaña negra, periodistas como Alfredo Álvarez, quien con una imagen e información falsa, señaló que nuestro dirigente nacional había llegado al plantón de San Lázaro en una camioneta lujosa, cuando él nunca acudió a dicho lugar, dejando al periodismo descubierto de su imparcialidad y credibilidad.
Sin embargo, todo lo que se pudo apreciar en la manifestación antorchista fue a un grupo de 50 mil ciudadanos, compuesto de campesinos, obreros, colonos, amas de casa, maestros y jóvenes que estaban exigiendo de forma pacífica y conforme a la constitución al nuevo Gobierno Federal y la Cámara de Diputados no hubiese recorte de presupuestos para obras públicas, es decir, agua potable, drenajes, pavimentos, escuelas, hospitales, electrificaciones y más, haciendo uso además de la cultura a través de bailables, poesías y canciones que se presentaron a lo largo de la manifestación y no como en su momento lo hicieran otras organizaciones, estas si de forma violenta, recordando al Barzón en 2002 fundado y liderado en aquel momento por Alfonso Ramírez Cuéllar, ahora presidente de la Comisión de Presupuesto, quien en compañía de maestros y agricultores, protagonizó un zafarrancho irrumpiendo con seis caballos en el Palacio Legislativo, lo que ocasionó que la entonces presidenta de la Mesa Directiva, Beatriz Paredes, decretara un receso para solucionar el conflicto. “Esto fue solo una probadita”, destacó en ese entonces el líder campesino Ramírez Cuéllar.
Finalmente como resultado los antorchistas nos retiramos después de tres días consecutivos de manifestación en el que nos fuimos con el compromiso del Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, de que aunque las obras no aparezcan en el PEF, van a hacer consideradas nombre por nombre en el presupuesto global de cada una de las dependencias, siendo así que el 8 de enero, una vez que se conozca el PEF definitivo, regresaremos con Mario Delgado y con los funcionarios que van a estar a cargo de las dependencias responsables de nuestras peticiones para que junto con ellos se revise minuciosamente la lista de peticiones y se resuelvan hasta donde sean posible, esto último pone una vez más de relieve la intención de los antorchistas en que lo que ocupamos que se resuelva es la ejecución de obras para el pueblo y no de “moches” como muchos suponen, pues será quien el gobierno federal destine, como siempre ha sido, el que ponga las instancias ejecutoras de las obras solicitadas.