EE.UU, ENERO 11, 2018.- El Departamento de Estado endureció sus alertas de “no viajar” a cinco estados de México, tras presentar este miércoles un renovado sistema que coloca a esas entidades plagadas de crimen y drogas al mismo nivel que Somalia, Yemen, Siria o Afganistán.
Se trata del fronterizo Tamaulipas y los estados de Sinaloa, Colima, Michoacán y Guerrero, en la costa del Pacífico, donde se registran “delitos violentos, como los homicidios, secuestros, robo de automóviles”, por esa razón tienen una alerta nivel 4, que es la máxima.
La agencia Associated Press detalló que anteriormente la dependencia había disuadido (“tener precaución” o “posponer viajes no esenciales”) a los ciudadanos estadounidenses de viajar a todos o a algunos de los cinco estados mexicanos pero las nuevas alertas son más severas.
Todo el territorio de México tiene una calificación de nivel dos que quiere decir “mucha cautela”, mientras que 11 estados están marcados con una alerta de nivel tres, o de “reconsiderar viajar”.
En agosto de 2017, la alerta se extendió a los populares destinos turísticos como Quintana Roo, donde destacaba Cancún, Cozumel, Playa del Carmen, Riviera Maya y Tulum, pero en esta nueva actualización ya “no hay restricciones para los empleados del gobierno de EEUU” en esos balnearios.
Las alertas también bajaron en las zonas turísticas de Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Jalisco y Yucatán.
Violencia en México
En la primera semana de 2018 México ha registrado ya al menos 80 asesinatos repartidos en 10 estados del país, manteniéndose la ola de violencia que catapultó al 2017 como el año más violento en las últimas dos décadas debido a las disputas entre carteles de la droga.
A nivel nacional, el año que finalizó registró un total de 23,101 homicidios entre enero y noviembre, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Con estas cifras, 2017 se ha confirmado ya como el año más violento en México en las últimas dos décadas, al superar los 22,409 asesinados ocurridos en 2011.
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Según el último reporte que da cuenta de la distribución de los carteles dentro del territorio mexicano, el cártel de Sinaloa, que era liderado por el capo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, opera principalmente en los estados de Chihuahua, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Durango y Sonora. Estas operaciones las realiza a través de 10 células delictivas que tienen influencia a nivel local.
En territorios cercanos, en especial en el estado de Chihuahua, opera el cártel de Juárez, a través de las células criminales de La Línea y Los Aztecas.
De acuerdo con las autoridades del estado de Chihuahua, la disputa por controlar la venta de drogas al menudeo de los grupos delictivos La Línea y Gente Nueva, brazos armados de los cárteles de Juárez y de Sinaloa, respectivamente, han generado la violencia en el estado.
En el estado de Guerrero, donde tan solo en 2017 ocurrieron más de 2,000 homicidios, a razón de siete por día, hay diversos cárteles en disputa por el territorio, entre los que se encuentra la Familia Michoacana, el cártel de los Beltrán Leyva y el cártel Jalisco Nueva Generación.
Algo similar sucede en los estados de Baja California y Baja California Sur, donde el control es disputado entre el Cártel de Sinaloa, el de los Arellano Félix y el de los Beltrán Leyva.
(TOMADO DE LA RED)